Pinchila, el poeta de los mudos por Matias Aghem

Pinchila en sus años mozos, justo antes 

de

 dejar el buffet.

Rosario es un mundo de locura, un sinfin de personajes deambulan por sus calles, gente que con el fin de llamar la atención, de decir "Hey, ciudadano, estoy acá y soy genial" comete actos de "vandalismo artistico", se le dice asi a aquellos que pintan, escriben paredes pero con un significado, no para poner "Lu y Sil un solo corazon", "Fer lo más" o "Puto el que lee", sino para expresar sentimientos, latencias, diagnosticos de una sociedad.

Este es el caso de Pinchila, un vagabundo que una vez fue un gran abogado que pertenecía a un prestigioso buffet. Pero este abogado un día dijo "Miren, la verdad que ustedes son unos pelotudos y me dan asco. Es por eso que les dejo toda la plata sucia y me voy a la mierda", acto seguido dió un portazo muy fuerte, haciendo caer una escultura de la Mona Gimenez que pertenecía al tan renombrado buffet.

Minutos antes de que la estatua de La Mona Gimenez caiga al suelo luego del portazo.

Ahi, justo ahi fue el comienzo de todo, este hombre extraño y fachero se convirtió en un personaje muy conocido en las calles de Rosario, aunque muchas veces fué opacado por la sombra de su primo hermano, el cual tuvo la misma epifanía.

Y este es solo el principio de la historia, ya tocaré más a fondo la historia de Pinchila: El poeta de los mudos.

Matias Aghem